Eje curatorial
El uso y abuso en la trasmisión de nuestra intimidad no puede existir sin cierta indisciplina frente a la creciente datificación de la participación pública. Como lo señala el filósofo Pierre Lévy, “lo virtual no se opone a lo real sino a lo actual”. La actualización se asume como una respuesta más allá de una enunciación que imagina posibilidades. Actualiza así su temporalidad en la invención de formas novedosas. Lo virtual, por el contrario, es una mutación de identidad, un desplazamiento del objeto hacia una redefinición en un campo problemático. Así, señala Lévy, mientras la “actualización iba de un problema a una solución. La virtualización pasa de una solución dada a un (otro) problema.”
Tomando en cuenta estas diferencias y las posibilidades que señalan, se han seleccionado para la exposición de la generación del Posgrado en Artes y Diseño 2010-2021, trabajos que plantean miradas sobre los emplazamientos a los que nos enfrentamos a más de un año de confinamiento y trabajo en línea. Su amplitud comprende la recuperación de lógicas ancestrales frente a nuevas maneras de transmisión visual; la crítica a los símbolos en una yuxtaposición actual que une mercado con Estado; o fórmulas de reorganización de lo común en frentes heterogéneos como la familia, lo femenino-masculino o los recursos naturales como potencia primigenia para el disenso. Hemos encontrado así planteamientos que afincan la mirada en una ruptura entre los acontecimientos y su degradación en la virtualidad, que sugieren modos de ver desde procederes para intentar superar el trance complejo al que nos enfrentamos, y a la vez la búsqueda de posibilidades para una urgente recuperación de soberanía.
Ordenamiento de obra según los ejes de la convocatoria
1.- Las comunidades imposibles (y alternativas para la reorganización de las fuerzas colectivas)
- Como seguimiento del pensamiento de Bataille, Jean-Luc Nancy menciona la imposibilidad de construir comunidades desde la añoranza por aquello que, en su estado primitivo, estaba realizado mediante la pérdida de sí en la fiesta, el ritual y el sacrificio. Bataille mismo apunta que la añoranza por una comunidad perdida, nos aleja paradójicamente de ella, y que en tanto más sociales seamos en las conformaciones humanas contemporáneas, menos comunitariamente podremos vivir. Posiblemente, la fuerza que en estas condiciones seamos capaces de ejercer sea la de una colectividad heterogénea, que a pesar de estar construida en el respeto al individualismo, sea capaz de empujar históricamente las condiciones de vida.
2.- Micropolítica de los dispositivos (y alternativas para cuestionar su orden autoritario)
- Un dispositivo existe en relación con la cantidad de poder que es capaz de administrar. Por ello, como apunta G. Agamben, ya se trate de un teléfono celular o de cualquier otro mediador de la información, lo crucial en la aceptación de su uso es el grado de soberanía que entregamos para ello. Porque un dispositivo captura nuestra subjetividad, y nos escinde de grupos más amplios. Es decir que, a la par de revocar nuestra intimidad, nos hiperdetermina e incluso ejerce vigilancia sobre nosotros.
3.- La experiencia pospuesta (y alternativas para recuperar el contacto)
- Dice De Sousa Santos que “La falta de coincidencia entre experiencias y expectativas es la gran novedad histórica del paradigma de la modernidad. Estamos ante la idea según la cual las experiencias del presente serán excedidas por las expectativas en cuanto al futuro.” El relato de la modernidad Occidental ha sacrificado la experiencia del presente que resultaría poco fiable, frente a la supuesta bonanza en la exaltación de las expectativas. Sin embargo, frente a las condiciones del presente, semejante disyuntiva puede sonarnos sospechosa, sobre todo a los integrantes de los países en vías de desarrollo.
[César Cortés Vega / curaduría]
